Viajeroandaluz

11 octubre 2006

PARA TI

PARA TÍ

En el silencio de la noche
vago por tu pelo,
cruce de caminos,
de mi recuerdo.
Tu pelo negro obedece,
a la profunda raiz que te mantiene.
Al negro cáliz que bebieron
las personas como tú
que habiendo amado hasta siempre,
fueron abofeteadas
con barro en los ojos,
con puñetazos de peste,
de manos apestadas.
Tú empiezas
cuando la mañana canta,
cuando el sueño viajero,
se posa en tu ventana,
cuando hay luz,
cuando en tu cara,
se extiende una sonrisa
que va, como los pájaros,
de rama en rama,
repletando el día,
de pluma y alma.
Tú,
que no dejas de llorar,
que no ves claro nada,
que sabes que detrás de ti,
hay una niña callada
que juega haciendo círculos
dentro de una llama
que has hecho
como un nido
alrededor de tu cama.
Tú,
que bañas a diario
pupilas desangradas,
que dejas por la calle,
regueros de lava
y pedazos de piel
caídos de tu cara.
Tú,
que has llegado a mi puerto,
envuelta en seda blanca
y pelito negro
como el azogue.
Ahora quiero que subas
a lo más alto del cielo,
y saltes al aire
con tus alas de terciopelo.

Sevilla, en mi casa, 17.01.1999