ODA AL GRANITO. LOS PEDROCHES
Oda al granito.
El granito se pega a las paredes,
las endurece, las engrisece.
El granito no permite caída
ni inclinación.
No transpira.
Petrifica el corazón
y lija tu mano áspera,
ausente de decoración.
El granito muele las calles,
las tritura.
Las dibuja en rompecabezas.
Resiste, retumba, perdura,
más allá de las generaciones.
Sembrarás granito
y recogerás tumbas
de mica, cal y arena.
Silencio, noche oscura.
Oliva madura, cementerio.
El granito es
a lo largo de mi valle
piedra en su cuna
y soporte antiguo.
Incógnita de canteras,
círculo de eras,
dinteles guardianes
de paralela simetría.
Canción de los pasos,
emoción de tacones,
polvo pesado,
ferocidad de trillos
amasando, deshaciendo,
puliendo granos,
espigas de lanza,
cebando de nuevo,
nuevas estaciones.
El granito es piedra multiforme
amparada en blanco y negro,
mano de fuentes y bóveda de lluvia,
impermeabilidad de riegos,
esquina, estatua, soporte,
calle y cielo.
El granito es origen,
apoyo,
genética de iglesias:
vertical de barreras
y anhelo de vidrieras.
El granito descompuesto
es obra maestra,
perfil de tejados,
composición, decoración,
esencia y parte
de todos los elementos.
Hasta destello,
hebra y claridad,
monte de encinar.
Arena que configura
el ser de mi caminar.
Diestra y siniestra,
espesor de cunetas.
Lustre de fachadas,
espejo ancho y plano
de tus pisadas.
Hermano del hierro,
anclaje de cimientos.
Materia, volumen, cuerpo,
superficie donde se levantan
infinidad de monumentos.
Pila de bautismo,
aureola de niño,
torre, hora, pilar,
chimenea, candela, hogar.
Giro de molinos:
piedra, semilla, piedra,
polvo, harina, pan.
Rueda y rueda
ciclo de vida,
espiral de sementeras.
En el granito se escriben
con martillo y cincel,
metálica constancia de golpes,
las viejas leyendas de los hombres,
que no conocieron el papel.
En Villaralto, el día 26 diciembre de 1998
El granito se pega a las paredes,
las endurece, las engrisece.
El granito no permite caída
ni inclinación.
No transpira.
Petrifica el corazón
y lija tu mano áspera,
ausente de decoración.
El granito muele las calles,
las tritura.
Las dibuja en rompecabezas.
Resiste, retumba, perdura,
más allá de las generaciones.
Sembrarás granito
y recogerás tumbas
de mica, cal y arena.
Silencio, noche oscura.
Oliva madura, cementerio.
El granito es
a lo largo de mi valle
piedra en su cuna
y soporte antiguo.
Incógnita de canteras,
círculo de eras,
dinteles guardianes
de paralela simetría.
Canción de los pasos,
emoción de tacones,
polvo pesado,
ferocidad de trillos
amasando, deshaciendo,
puliendo granos,
espigas de lanza,
cebando de nuevo,
nuevas estaciones.
El granito es piedra multiforme
amparada en blanco y negro,
mano de fuentes y bóveda de lluvia,
impermeabilidad de riegos,
esquina, estatua, soporte,
calle y cielo.
El granito es origen,
apoyo,
genética de iglesias:
vertical de barreras
y anhelo de vidrieras.
El granito descompuesto
es obra maestra,
perfil de tejados,
composición, decoración,
esencia y parte
de todos los elementos.
Hasta destello,
hebra y claridad,
monte de encinar.
Arena que configura
el ser de mi caminar.
Diestra y siniestra,
espesor de cunetas.
Lustre de fachadas,
espejo ancho y plano
de tus pisadas.
Hermano del hierro,
anclaje de cimientos.
Materia, volumen, cuerpo,
superficie donde se levantan
infinidad de monumentos.
Pila de bautismo,
aureola de niño,
torre, hora, pilar,
chimenea, candela, hogar.
Giro de molinos:
piedra, semilla, piedra,
polvo, harina, pan.
Rueda y rueda
ciclo de vida,
espiral de sementeras.
En el granito se escriben
con martillo y cincel,
metálica constancia de golpes,
las viejas leyendas de los hombres,
que no conocieron el papel.
En Villaralto, el día 26 diciembre de 1998
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