EL MAR QUE YO VEO

El mar,
el que yo veo,
este mar,
yendo y viniendo
para al fin morir
en cuerpo lento,
en suave y redondo
lamento.
Todos los siglos
antes de que yo no existiera,
todos esos tiempos,
el mar es y era.
Dejo la tierra
y me acerco al mar,
a su agonía
que sufre en arena,
lo que ayer fue noche
y hoy es día.
Asomarse al mar,
es buscar
sin cesar,
como un lobo,
como una fiera,
la libertad.
Acercarse al mar,
es tocar el pleno, el ancho
pulmón de la tierra.
No nos equivoquemos,
subir por las olas
es navegar en los sueños.
Subir por las olas
es encontrarse
de pronto,
reflejado,
el cielo.
La ola y el agua,
el sol y la espuma.
Es el mar tu reposo,
tu alimento,
tu norte
y tu cuna.
Es el mar el tesoro
líquido
de la Luna.

Antonio Fernández Plaza
Playa de Matalascañas ( Huelva )
25 de abril de 1998