Viajeroandaluz

11 octubre 2006

LOS DOS EN EL MAR

LOS DOS EN EL MAR

La arena,
tan numerosa,
tan espesa,
tan cerca del mar.
Llegamos a las olas,
al olor de las algas,
levantando apenas nuestros pies
por encima de los cadáveres cristalinos
de las conchas
y del pescado muerto
que ora en la tierra,
naufragando siempre.
Llegamos cerca del agua,
casi tan cerca como las olas,
posando nuestra magnitud profana al sol,
rindiéndonos en oración.
Tú y yo,
allí los dos,
mojando los labios con sal
en la brisa pálida
de la tarde de invierno
y de la semioscura orilla,
construyendo algún beso.
Nos miramos,
a expensas de las cañas inclinadas,
anhelantes, quiméricas de frutos.
Tú y yo,
allí tumbados,
sobre nuestras pieles de calcio,
olas en carne
y viveros de sol en curvas
de musculatura lisa y expectante.
Tú y yo,
bajándonos al primer
sonido del hombre,
al escalofriante hacerse y deshacerse,
continuo, ondulante, continuo.
Removiendo la luna,
como todos los siglos de la edad,
tierra con agua,
cielo con sol
y espuma blanca.
Tú y yo,
nos abrazamos hasta morir,
cuando los barcos faenando
allá a lo lejos,
dibujaban sobre la brasa crepuscular
del horizonte,
siluetas de cuento.

Playa de Mazagón (Huelva) 23 febrero 1997