¿QUIEN SOY?

¿QUIÉN SOY?

¿ Quién soy?
¿Sólo soy voluntad?
¿Sólo soy opiniones de otros
que importan o no importan
a otros
a los que yo me agarro.
¿Sólo soy acción?
¿Sólo soy ojos que ven?
No quisiera dejar caer
mi cabeza sobre el cristal
y romper mi espejo
así, sin más.
¿quién me hizo?
¿de quién es esta mano que ahora escribe?
¿quién juega con ella
a ordenar algunas palabras viejas,
antiguas, desgastadas por el uso?
Si cierro los ojos y duermo,
¿Quién soy ahora?.
¿Alguien me recuerda
durmiendo,
con los ojos hacia dentro,
medio muerto
postrado en mi cama
o sobre el suelo,
bajo el cielo?
¿Me reconoce alguien?
¿Tan triste va a ser todo?
¿Y tanta soledad habita dentro
de nuestra vida
que no nos va a dejar
ni recordar:
“una tarde
sobre un tronco
seco
y ella
con su vestido
fino, casi de seda
y todo de colores
y muy verde
y la piel muy lisa
y muy roja
y los labios muy excitados
como las manos...”
Ahora ¿porqué eso no?
¿Porqué el terreno
ya baldío,
menos aún
que el no haber sido,
de lo pasado?

¿Qué soy yo?
¿Sedimentos
de algunos versículos
de alguien que me creó
y que dejó para otro
mi continuación?

Aquí estoy,
postrado sobre mi mesa
y mi luz artificial
que me da sueño
y metido en mi pijama azul
y otras cuatro prendas
que llevo,
sin ton ni son,
solo para abrigarme
mientras velo.
Sevilla, 16 de diciembre de 1998