PENDIENTE DE TI

PENDIENTE DE Ti


Pendiente de ti,
como la hoja del sol,
como la abeja que acaricia
la flor.

Pendiente de todo
lo que a ti llegaba:
del viento, de la tarde,
que se cuela en tu habitación,
cuando sentada en la cama,
inclinada,
leías cartas de amor.

Yo estaba mirándote,
descalzo, apoyado en la puerta,
mirando tu boca,
semiabierta.
Y antes de que hubieras dicho nada,
yo estaba anticipando tus gestos,
cogiendo al vuelo,
tu mirada,
soñando contigo,
absorto, perdido,
como una foto coloreada,
del vacío.

¿Para qué palabras?
¿Para qué ni siquiera, un saludo?.
Cuando los dos estábamos ya,
viviendo la despedida
de nuestro despertar.
Viviendo el giro del planeta,
la vuelta, unidos, ensamblados,
a la tierra.

Y todo desde lejos
pendiente de ti,
tú con tus recuerdos,
saboreando ese reguero diminuto
de letras redondas, dulces,
con tus manos temblorosas
e inclinada hacia la luz,
hacia donde yo te miraba,
para descubrir el cielo
y volar desnudos
con las alas de tu velo.
Sevilla 17 de marzo de 1999