BUDAPEST
BUDAPEST
Te fuiste por el río de Budapest,
como una rosa
cubierta de nieve.
Y esos puentes que cruzaban el Danubio:
Szabadság Híd ( Puente de la Libertad ),
Erzsébet Hid ( Puente de Isabel ),
Széchenyi Lánchíd ( Puentes de las Cadenas),
solo eran cuerdas flojas
por donde nuestro amor infantil
caminaba inseguro,
agarrado de unas manos
cubiertas de tela.
Quedarán aquellas noches locas
en el hotel Flamenco
Habitación 317, calle Tas Vezér
desde donde, asomada a la ventana,
me esperabas impaciente,
En esa noche congelada de enero,
desde donde podíamos ver,
la vegetación muerta del Budai park.
Ahora revivo: nuestros cuerpos entre las sábanas,
tu pelo de oro enredado entre mis dedos,
palabras, versos, caricias traviesas explorándote,
aventureras en tu piel,
buscando un más allá que no llegó.
Éramos juguetes de nuestra pasión,
nada quedó en nuestro equipaje,
nada en nuestra intención.
Todo se desbordó entre aquellas paredes sin horas,
sin tiempo ni división.
Pero llegó el final, desperté.
Y te fuiste de madrugada
como las amantes de la noche.
Y te llevó el agua
como a las cartas y a los besos,.
como a los sueños,
pompa de jabón.
Ya no arderán las calles de Buda,
ni el Mercado Central: Nagy-vásárcsarnok
con nuestro corazón flameante,
ni los bares donde nos refugiábamos del frío
ni las cafeterías, ni los restaurantes, City Panzio Pilvax
adornarán sus paredes con nuestras palabras
deliciosas, atrevidas, descaradas:
“Setea amantilor se stinge cu saruturi”.
Se enfriarán las aceras
más que nunca.
No volverán nuestros pasos,
ni podré besarte en el jardín helado,
ni comeremos a medias covrig ,
demasiado salado.
Y ese vagón de tren
donde nos prometimos volver,
no verá nuestras manos inquietas
buscarse bajo la mesa,
para las caricias, para el deseo.
El vapor de las termas,
“Baross tér”
ocultará para siempre tu cara,
en un sueño que no estoy seguro,
si existió algún día,
como una ilusión rota,
naúfraga envuelta en la niebla
de aquellos días para nosotros.
Y donde antes tu perfume: “ode a la joie,”
volvía locos mis sentidos,
solo me queda ahora
el olor a humo de tus palabras,
en un trozo de papel
que se desmorona entre mis dedos.
Budapest, 13,14 y 15 de enero
En Sevilla, 24 de marzo de 2006
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