Viajeroandaluz

11 octubre 2006

PARA EL BAR MIRADO "EMILIO" DE CASTRIL, GRANADA

Para el bar – mirador “Emilio” de Castril

¡ Qué gusto es,

sentirse así,

dentro del bar !,

buscando el abrigo

de esta noche abrileña,

suave pero aún fresca

y dejarme caer

por este rincón tan histórico:

Bar Emilio,

todo un museo,

sin piezas ni cartón,

sino de vida.

Que va ganando en vigor

cuando cruzas sus puertas,

donde reposa apacible

el perro

y resuena con bravura

el dominó.

Es un lugar

de viejos,

y de humo,

de viajeros

y curiosos,

errantes

y ociosos,

de pobres

y ocupados

que se encuentran

y de ricos solitarios

que se pierden.

Prolonga su solera

un velador,

de música, nostalgia

y tiempo,

de agua cantarina

y de viento.

Un mirador

sobre la villa serrana,

roquera,

surcada por múltiples

nacimientos

y por sueño,

marinera.

de esta villa de reposo,

de bienaventuranza

y de gozo,

de paseo

íntimo y apacible,

colorido y vegetal,

donde no hay esquina

que no te espere,

ni calleja seductora

que no te ciegue.

Y en el suelo

su leyenda:

una llamada

a un hito,

a un hombre,

al ser humano

que se pierde

en la taberna,

sin soltarse de la mano.

Castril, 10 de abril de 20056